Purificadores de agua: Diferencias entre filtración y purificación: ¿Cuál es mejor para ti?

Cuando se trata de mejorar la calidad del agua que consumimos, es común escuchar términos como “filtración” y “purificación”. Aunque a menudo se usan de manera intercambiable, en realidad representan procesos distintos con propósitos específicos. Entender las diferencias entre ambos te ayudará a elegir el sistema más adecuado para tus necesidades.

¿Qué es la filtración?

La filtración es un proceso físico que consiste en remover partículas sólidas y sedimentos del agua, como arena, polvo, óxidos y otras impurezas visibles. Los sistemas de filtración emplean filtros mecánicos que atrapan estos contaminantes. Los materiales filtrantes más comunes incluyen carbón activado, mallas finas y cerámicas.

● Beneficios: Ideal para eliminar partículas grandes y mejorar el sabor y olor del agua.

● Limitaciones: No es eficaz para eliminar microorganismos (bacterias y virus) ni sustancias químicas disueltas como metales pesados.

¿Qué es la purificación?

La purificación es un proceso más avanzado que no solo elimina partículas sólidas, sino que también elimina microorganismos, productos químicos, virus y bacterias presentes en el agua. Esto se logra a través de métodos como la ósmosis inversa, la desinfección UV o el uso de membranas de ultrafiltración.

● Beneficios: Proporciona un nivel de seguridad superior al eliminar agentes patógenos y sustancias químicas dañinas, garantizando agua completamente potable.

● Limitaciones: Los sistemas de purificación tienden a ser más complejos y costosos. Algunos requieren electricidad para funcionar, como en el caso de los purificadores con lámparas UV.

¿Cuál es mejor para ti?

La elección entre filtración y purificación depende de la calidad del agua en tu zona y del uso que le darás. Si el agua que llega a tu hogar proviene de una fuente confiable, como el suministro público, y solo necesitas mejorar su sabor y aspecto, un sistema de filtración podría ser suficiente. Sin embargo, si te preocupa la presencia de bacterias, virus o contaminantes químicos, o si obtienes agua de pozos o ríos, un sistema de purificación es la opción más segura.

En resumen, la filtración es adecuada para remover impurezas visibles y mejorar las características organolépticas del agua, mientras que la purificación ofrece una protección completa contra contaminantes invisibles y patógenos.

Para determinar cuál es mejor para ti, considera la calidad del agua que consumes, tu presupuesto y las características del sistema que se adapten a tus necesidades. Recuerda que en algunos casos, la combinación de ambos procesos (filtración + purificación) puede ser la solución ideal para asegurar un agua limpia y segura. ¡Elige sabiamente y cuida de tu salud y la de tu familia!

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